Alejandro Forteza

El año 1918 Alejandro Forteza abre las puertas de la joyería, que hoy en día es uno de los pocos talleres que se dedican a la elaboración y a la reparación de joyería tradicional mallorquina, antigua y moderna. Actualmente regentan el establecimiento Francisco Bonet y su hijo, del mismo nombre, desde donde desarrollan su oficio y dan servicio a los clientes «de toda la vida».

En las vitrinas de la tienda, iluminadas con luz azul, se exponen diferentes estilos de piezas artesanas, todas fabricadas con el cuidado de los expertos joyeros que trabajan.

La fachada conserva el rótulo de mármol, así como las cristaleras a ambos lados de la puerta de entrada que hacen de expositor exterior. En el interior del establecimiento encontramos un primer espacio dedicado a la venta y otra parte al taller. El mobiliario y toda la estructura interna de la tienda son de estilo antiguo, destacan las estanterías de vidrio donde se exhiben las diferentes joyas.

Situado cerca de las escaleras de la Costa d’en Brossa, en la calle que lleva el nombre de una de las grandes familias de la nobleza mallorquina, esta joyería es vestigio de uno de los oficios artesanos que permanecen en la ciudad.