Can Llufriu
Can Llufriu empezó en la calle de Ses Parres donde vivía el matrimonio formado por Toni Llufriu y Marianna Capó, que provenían del campo menorquín. El matrimonio tuvo cinco hijos, y Marc, el mayor, tuvo la idea de montar una tienda dedicada al campo y dirigida a agricultores y ganaderos, a pesar de que el proyecto implicó a toda la familia.
Con la compra de la casa de la calle de Ses Parres a mediados de noviembre de 1947 se inició la actividad comercial de Can Llufriu. Inicialmente se vendían productos destinados a los trabajos del campo como por ejemplo azadones, cuerdas, lonas, esparto, cubos, insecticidas, etc.
De los hermanos, Marc y Tòfol se encargaban de las instalaciones de la tienda; Tònia era la dependienta; Magdalena hacía las compras y Toni llevaba el tema administrativo.
Con el paso de los años el negocio prosperó y se incorporaron nuevos productos. Fueron pioneros en el montaje de cortinas y rielería en toda Menorca, colchonería y otros productos concretos como los clásicos zapatos de Calzados Gorila o el Friso. En aquel tiempo, en la tienda, llegaron a trabajar hasta once personas.
Pero el negocio también pasó por momentos duros, como por ejemplo la crisis económica de 1990 y la muerte de Toni, el hermano pequeño, en 1994. Estos obstáculos se superaron y el negocio amplió el abanico de productos con artículos de decoración y muebles auxiliares. En aquellos momentos la parte que utilizaban como almacén en la calle Murada d’Artrutx pasó a ser el escaparate del establecimiento.
Actualmente quien está al frente del negocio es Magdalena Llufriu Capó, que mantiene los orígenes de Can Llufriu con productos que sólo pueden encontrarse en Ciutadella en este comercio.