Ca’n Joan de s’Aigo

Ca’n Joan de s’Aigo fue fundada en los alrededores del año 1700 por Joan Thomàs, natural de Valldemossa. En un primer momento servía el hielo que prensaba en las casas de nieve de la Sierra de Tramuntana.

En el establecimiento original, situado junto a la Iglesia de Santa Eulalia, se vendía hielo y agua fresca, a la cual se añadían zumos de fruta para elaborar helados. De aquí vendría el nombre de Joan de s’Aigo. De hecho, Joan Thomàs viajó por Europa en busca de nuevas recetas para el negocio.

A principios del siglo XX, el negocio fue adquirido por Antoni Martorell Guasp y trasladado en 1976 al actual emplazamiento de la Calle de Can Sanç, conservando el cartel pintado a mano de la fábrica de La Roqueta. La oferta se amplió con el chocolate caliente, las ensaimadas, los quartos y otros productos locales de elaboración artesanal y diaria. El hijo de Toni, Joan Martorell Pol, heredó el establecimiento.

Hoy en día, Can Joan de s’Aigo está regentado por nueve primos de la familia, que coordinan los tres locales de las calles Can Sanç (1976), Baró de Santa Maria del Sepulcre (1990) y Puerta de Sant Antoni (2018).

Es una de las heladerías y chocolaterías más características, tradicionales y antiguas de Palma. Sus productos estrella son el chocolate fundido, el helado de almendra, la horchata o los quartos de exquisita calidad y elaborados artesanalmente.

La decoración y el mobiliario reflejan un ambiente de retrospectiva. Cabe resaltar el letrero de cerámica de la fábrica de La Roqueta y las baldosas hidráulicas.