Carnisseria Ca Ses Germanes
Cualquier persona que cruza el pueblo de Santa Maria del Camí se topa con el imponente Convento de la Soledat (Frailes Mínimos), en la transitada Plaça dels Hostals, edificio declarado Bien de Interés Cultural. En uno de sus lados, en el Carrer Llarg, formando parte también del conjunto protegido urbanísticamente, hay un pequeño negocio familiar de lo más popular y centenario: la Carnisseria Ca ses Germanes, que a día de hoy regentan las hermanas Maria Dolors y Catalina Gualda Mateu.
Su oferta se basa en la elaboración propia de embutidos como botifarrons, morcilla, camaiot, sobrasada y longaniza, además de carne fresca como por ejemplo salchichas, hamburguesas, butifarra catalana y rellenos de todo tipo, así como charcutería.
Cabe explicar que este establecimiento, conocido sobre todo como Can David, fue dirigido hasta 2019 por Bernat Comas, que disponía de la carta de maestro artesano. La historia que rodea la carnicería se remonta a 1942, cuando su abuelo Bernat asumió la gestión de este local que después pasó a manos de su hijo Rafel. Comentar que antes también habían gestionado el negocio las familias Salom y Serra. En consecuencia, la trayectoria de esta actividad en el pueblo viene desde hace tiempo.
Fue alrededor de los años setenta del pasado siglo cuando se colocaron las baldosas típicas de color blanco que, hoy en día, todavía dotan de personalidad a su interior. También se conservan una amasadora y una máquina de rellenar de la misma época. Bernat Comas dice que en su casa todavía posee una máquina de triturar carne con cortadora de huesos de una antigüedad más que considerable.
Actualmente, las hermanas Maria Dolors y Catalina Gualda Mateu gestionan la carnicería con el mismo dinamismo y la misma ilusión que siempre ha caracterizado al establecimiento. El trato cercano, familiar, y la calidad de los productos, conforman el sello que distingue este negocio tan arraigado en Santa Maria.