Carnisseria Can Beques

La familia Puigserver regenta Can Beques desde 1907, cuando Joan Puigserver Perelló inició el negocio en la calle Antoni Maura. En 1920 abrió la carnicería delante del Convento, donde hoy aún sigue abierta, en un edificio construido antes de 1850. Además, han conservado gran parte del mobiliario interior.

En aquel tiempo, la carnicería era una bodega sin cámara frigorífica donde poner la carne. Para conservarla más tiempo, la carne que no se vendía el fin de semana se ponía con hielo y así la podían vender los días siguientes. La carnicería también ha vivido muchos cambios sociales, como la Guerra Civil y la introducción de las conocidas cartillas de racionamiento para ir a comprar.

En sus inicios compraban la carne en el matadero municipal y vendían productos de temporada, como por ejemplo el cerdo, que se vendía en invierno. A día de hoy elaboran embutidos tradicionales como sobrasada, longaniza, butifarrones, etc.

De los tres hijos que tuvo con su mujer, Margalida Ollers, sólo el mayor siguió al frente del negocio familiar, mientras que los otros dos abrieron cada uno de ellos su propia carnicería. Joan Puigserver, bisnieto de l’amo en Joan y Margalida, que lleva 40 años trabajando.