Cas Sagristà

El bisabuelo de Joan Llaneres, el actual propietario, decidió abrir el negocio en 1941. En sus inicios, el establecimiento sólo se dedicaba a la fabricación y venta de baldosas.  Comenta Joan que seguramente su bisabuelo aprendió el oficio de la fabricación de baldosas cuando, siendo joven, emigró a América debido a la situación sociopolítica de España en aquella época.

Con el paso de los años se sustituyó y amplió el abanico de productos. La segunda generación de la familia empezó a vender, además de baldosas, material de construcción. Y año tras año, tanto la tercera como la cuarta generación actual han introducido más productos y servicios. Hoy en día, su oferta comprende cinco grandes secciones: pinturas, piscinas, chimeneas, baldosas-parqué, jardinería-bricolaje. Además, también ofrecen un servicio de asesoramiento gratuito a domicilio, tratamiento y protecciones para la madera, hierro y humedades, y colores a la carta y al instante, gracias a una máquina de fabricación de colores para las pinturas.

El nombre del establecimiento hace referencia al mote de la familia del fundador, motivo por el que desde sus inicios la gente del municipio se refería al comercio como Cas Sagristà. Como curiosidad, se puede decir que fue el primer almacén de construcción de toda la comarca de Llevant.

No se conserva nada del mobiliario original, aunque en la fachada de la parte trasera del establecimiento todavía hay unas baldosas de cuando el primer propietario inició la actividad.