Ceràmiques Mallorca

Ceràmiques Mallorca inició su actividad en 1946 en una cochera, cerca del convento de Sant Agustí, en Felanitx. Un año más tarde pasó a los talleres actuales, en la calle de Sant Agustí, 42 de la villa. Durante todos sus años de existencia nunca ha abandonado la filosofía de combinar tradición e innovación, y de integrar técnicas de producción industrial, artesanal y artística.

Actualmente Maria Francisca Bennàsar Obrador, la hija menor del fundador Pedro Bennàsar Monserrat, está al frente de Ses Cerámiques, tal como denomina la gente de Felanitx a sus talleres. Una denominación que, a su vez, se ha convertido en el nombre con el que se conoce a la familia.

Ceràmiques Mallorca llegó a tener hasta 30 trabajadores fijos y siempre ha contado con la colaboración de profesionales y artistas externos que han intervenido a lo largo de la segunda mitad del siglo XX. Entre ellos, artistas reconocidos, como Josep Bover, Jaume Mir y Joan Maimó, entre otros.

El fundador Pedro Bennàsar fue uno de los pioneros en la utilización de la mayólica blanca en la isla de Mallorca. En los años 40, con el apoyo de uno de los hermanos Lladró, empezó a importar la materia primera desde Manises (Valencia).

La fabricación actual se basa exclusivamente en diseños propios, creados en su taller de yeso, que la empresa usa para la elaboración de originales y moldes. Las técnicas utilizadas permiten tanto creaciones actuales y punteras como piezas de carácter más histórico o la combinación de ambas. Tienen un amplio abanico de productos que van desde vajillas, jarrones y escudillas hasta diferentes objetos de decoración.

Todas las fases de producción, desde la preparación del barro hasta el decorado, se realizan en sus talleres. Los productos se someten a dos cocciones: primero el bizcochado, para las piezas crudas, y a continuación el vidriado, naturalmente con esmaltes y pigmentos aptos para el uso alimentario. Sobre cada pieza elaborada de forma artesanal se aplican decorados propios a mano alzada.

Otra rama de producción es la elaboración de murales y placas de calle, que se aplican sobre baldosas prefabricadas. Gran parte de los murales históricos e informativos en la isla de Mallorca, así como las placas de calle en pueblos como Felanitx, Montuïri o Alcúdia provienen de los talleres de Ceràmiques Mallorca.

Décadas de experiencia, por un lado, y la formación técnica y artística de las generaciones más jóvenes, por el otro, aseguran de momento la supervivencia de esta empresa emblemática, en medio de un mundo adverso a la producción artesanal.