Eines Mallorquines, Toni Mas

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Eines Mallorquines, Toni Mas

 

Esta empresa familiar abrió las puertas en 1926 de la m?ano de Toni Mas Pons, que después de haber ejercido de herrador y de herrero en otros talleres, se animó y se puso por cuenta propia. Después de su muerte, en 1955, el negocio pasó a su hijo, Toni Mas Niell, quien tan sólo con dieciséis años se tuvo que buscar un socio porque los payeses no se fiaban de él. Este socio fue Pedro Mascaró, con quien compartió camino en la empresa hasta que se jubiló. Ellos vieron la decadencia del uso del ganado para el cultivo, ?que los llevó a innovar y? a centrarse en la fabricación de herramientas.

Toni Mas Ramis, hijo del anterior, ya mostraba interés en la herrería y la forja desde muy pequeño, por eso, a partir de los dieciséis años se puso a trabajar con su padre para aprender el oficio. Años después decidieron cambiar el nombre de la empresa para hacer énfasis en su producto estrella y la denominaron Eines Mallorquines Toni Mas, nombre que todavía hoy perdura.

?Cuando se jubiló su padre,? Toni ?cogió las riendas del negocio?, que ha pasado por tres generaciones de la familia?, que han trabajado el hierro con mucho cuidado para crear las denominadas herramientas mallorquinas. Como se ha comentado?, estas son el producto ?destacado de la empresa, que alcanza desde herramientas hasta barreras, cuellos de pozo, escaleras, barandillas, etc. ?Las más demandadas por la clientela son: los martillos de marger, las azadas y las xapetes.

La transformación ha sido clave para el negocio, puesto que han crecido en número de empleados y en espacio, porque los tiempos cambian y ?se han tenido que adaptar.? Y por eso creen que la empresa todavía sobrevive.? Es importante tener presente que Eines Mallorquines es de las últimas que elabora esta tipología de herramientas de manera artesanal. El oficio de herrero y forjador no es sencillo, lleva mucho tiempo aprenderlo y hace falta mucha dedicación para poder hacer una herramienta bien hecha, pero todo este esfuerzo vale la pena al ver que estas herramientas ayudan cada día a otras muchas personas a ganarse la vida.

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