Forn Ca’n Alba

Juan Francisco Alba Llaneras abrió la panadería de Can Alba en 1931 y debe de su nombre al apellido familiar. El actual propietario, Joan Alba, regenta esta panadería desde 1996, cuando su padre, Nofre Alba, se jubiló. Actualmente, es la tercera generación de la familia que regenta el negocio.

Cuando Joan se puso al frente, en la panadería solo vendían pan, y él decidió ampliar esta oferta con empanadas (panades), de las que existen una docena de tipos, rubiols, cocas de tallades, cocarrois, etc. Antiguamente, venía gente de otros pueblos a buscar pan, sobre todo muchos zapateros que eran de fuera pero que trabajaban en Inca.

La panadería tenía un horno de leña moruno, que Joan intentó mantener cuando se hizo cargo del negocio, a pesar de que le fue imposible porque costaba mucho mantenerlo y no podía seguir el ritmo que llevaba el horno.

El futuro de la panadería no está claro, puesto que las hijas de Joan de momento no están interesadas en él, pero, como dice él, es una pena que se pierda esta tradición familiar.