Forn Can Tomeu

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Forn Can Tomeu

 

El Forn Can Tomeu, con más de noventa años de historia y tres generaciones detrás, es una de las pocas panaderías que actualmente trabaja con un horno moruno en la isla.

La historia del negocio empieza cuando el abuelo del actual propietario, que antes trabajaba en Can Guixe, decide abrir su propia panadería en 1930. Su hijo, Tomeu, le ayudaba repartiendo el pan por el pueblo con una bicicleta y, una vez arrancado el negocio, compraron un coche de segunda mano para hacer este reparto. El nombre proviene de Tomeu, puesto que cuando heredó la panadería no tenía nombre oficial.

Toni se puso al frente del negocio familiar cuando su padre, Tomeu Cifre, se jubiló, aunque hacía años que trabajaban juntos.

Cuando Toni se puso al frente de la panadería, decidió ampliar el local y la oferta. Compró la casa contigua y montó un espacio de cafetería. A pesar de la reforma, conserva el mismo horno moruno que lleva más de noventa años en funcionamiento. En la actualidad, sigue utilizando este elemento tan distintivo para cocer todas sus elaboraciones.

A pesar de que no tienen una especialidad en concreto, su pan es lo que más destacan los clientes. También hacen galletas de aceite artesanales y algunos pasteles.

 

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