Forn de Ca l’amo en Pep

El Forn de ca l’amo en Pep inicia su actividad hacia finales del siglo XIX de la mano de Amador Salom Calafat, natural de Vilafranca. Este compró el edificio donde antiguamente había unos almacenes y en el cual, además de montar la panadería creó diferentes viviendas en el entorno del obrador. Hay que comentar como curiosidad que, en este antiguo almacén, donde podía comprarse prácticamente todo tipo de productos, además se encargaba de dar guarnición a los caballos cuando iban de camino a los pueblos de la isla.

Joan Company Bauzá, natural de Sant Joan empezó a trabajar como ayudante de Amador con tan solo 8 años, hasta convertirse en el propietario del horno. Entre los años cincuenta y sesenta, desde muy joven, su hijo Arnau Company iba a ayudar al horno cuando no tenía colegio. Una vez acabados los estudios empezó a trabajar con su padre para coger más tarde las riendas del negocio, siendo el único de los tres hermanos que siguió los pasos familiares.

A día de hoy Joan Company, hijo de Arnau, ha cogido la gestión del negocio después de la muerte de su padre en 2024. Al frente seguirán las hermanas Marín, que trabajan en el horno desde hace años. Nori es la encargada de la atención al público y Carmen trabaja en el obrador, donde aprendió las elaboraciones de la mano de Arnau con quien trabajó, realizando las mismas recetas heredadas de su padre, sobre todo de la ensaimada.

Hay que destacar su actividad como panadería y pastelería artesanal, ya que mantiene la producción de dulces y pasteles de manera tradicional a través de un horno moruno de piedra, dado que el anterior horno de leña que utilizaban dejó de funcionar a raíz de una inundación.

El Forn de ca l’amo en Pep es el lugar habitual de compra por parte de los vecinos de la zona de Es Secar de la Real y desarrolla una tarea de comercio de proximidad básica en ese entorno, destacando el surtido de productos tradicionales y la dedicación que pone Arnau en todo lo que elabora.