Forn de Ca sa Camena

Arraigado Histórico

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Forn de Ca sa Camena

 

En 1912 la familia Amengual Vich, al volver de Argentina, adquirió el local donde abrieron Ca sa Camena, que constituye una de las panaderías y pastelerías más antiguas de Palma. Se cree que el local, ubicado en el barrio de Santa Catalina, pudo haber acogido otra panadería mucho antes, en concreto en 1843, pero no se ha podido corroborar documentalmente. Desde entonces, cuatro generaciones de la familia han trabajado de forma artesana elaborando todo tipo de pan, briochería, ensaimadas, repostería y turrones.

Como curiosidad, el nombre de Ca sa Camena proviene de la raza del perro de la antigua possessió (grandes fincas rurales propias de Mallorca) que hubo en esta zona en el siglo XVII, un «ca mè» (perdiguero). Cómo no había panaderías, la gente hacía el pan en su casa y lo llevaba a cocer a la possessió que contaba con un horno de leña.

Después de la jubilación de su padre, en 1983 Pep Amengual Barroso se puso al frente de la panadería que habían abierto sus abuelos. Actualmente, su hija Àngels es quien lleva el día a día del negocio. También cuentan con otro punto de venta en Esporles.

Están adheridos a la marca «Pa d’aquí, Forn i Tradició», que distingue los establecimientos con obrador que elaboran las diferentes tipologías de panes de las Illes Balears. El interior cuenta con un mostrador único con varias cristaleras y estanterías de vidrio donde se exponen productos de repostería tradicional como panades, cocas, ensaimadas, etc., así como gran variedad de dulces y pasteles.