Forn de Can Bet
La historia de la panadería empieza cuando Antoni Covas Ferrer fue a trabajar a Palma con sólo ocho años, aprendiendo el oficio de panadero en Can Canet. Cuando fue más mayor, ya acostumbrado a la vida de ciudad, su padre le pidió que volviera a trabajar en Campos, pero no quiso. En unas fiestas del pueblo conoció una muchacha de la que se enamoró, Antònia Mas Mascaró, y se casaron.
A finales de la década de los 40, el matrimonio abrió la panadería con el nombre inicial de Can Covas en la calle de Antoni Maura, pero en 1953 cambiaron de lugar y ya se instalaron en la actual ubicación de la calle Victòria donde fundaron Can Bet, nombre original de la casa de los padres. Su hijo Sebastià siguió con la tradición del oficio familiar y llevó las riendas del horno hasta su jubilación.
La actual propiedad es la tercera generación de la familia que regenta el negocio. Jaume Barceló Covas, con toda una vida de oficio al frente de la panadería de Can Bet, siempre luchando por ofrecer productos y servicios de la mejor calidad.
Están adheridos a la marca «Pa d’Aquí. Forn i Tradició», que distingue los establecimientos con obrador que elaboran las diferentes tipologías de panes de las Illes Balears, como el pan de payés y otros especiales elaborados con materia de primera calidad. También podemos encontrar productos de repostería tradicional mallorquina como por ejemplo panadas, cocas de verdura, etc.
Su especialidad es el prim o coca de refús, una pasta de pan hecha de raïssons, un producto típico elaborado en Campos. Can Bet es una de las pocas panaderías que actualmente lo continúa elaborando.
Antes se hacían los productos en un horno de piedra; pero después se reformó para adaptarlo a las necesidades actuales, aunque conservan alguna maquinaria de la época. El establecimiento aún mantiene las vigas de madera originales de cuando se construyó la casa.