Forn Formentor

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Forn Formentor

 

Cuando Ramón Cerdà abrió el Forn Can Ramon en 1942 contaba con una gran experiencia como panadero, puesto que había trabajado en el horno de Can Payeras del Port de Pollença y en otros hornos de Muro o sa Pobla. Su especialidad era el pan moreno y por eso el Hotel Formentor y el Hotel Molins de Cala Sant Vicenç venían a buscar el pan durante la temporada baja.

Esta receta tan especial pasó de padre a hijo y actualmente Toni Cerdà Campomar sigue elaborando este pan tan especial que vienen a buscar incluso desde otros pueblos de los alrededores. Su padre también fue el primero en hacer pan integral en Pollença y después iba a repartirlo con una bicicleta por los chalés de l’Horta. Es por eso que cuando se inauguró la mansión de Can Marimon, situada en el camino de Ternelles, le encargaron que cocinara la comida y Toni todavía recuerda las lechonas asadas que salían del horno. Durante toda su vida supo que sería panadero para seguir los pasos de su padre, y desde muy pequeño empezó a ayudarlo al salir de la escuela. Fue su padre quién le enseñó a hojar las ensaimadas y con quienes más aprendió, puesto que era un gran maestro panadero, a pesar de que también hizo trabajo en otros hornos de la zona.

En Pollença lo conocen como Ramon de Can Marquet y es el único horno del pueblo donde se pueden encontrar llonguets o panecillos franceses. También elaboran las típicas  formatjades y otras especialidades como las ensaimadas. Toni disfruta de la soledad de la madrugada cuando puede hacer trabajo con tranquilidad y concentrarse en sus creaciones. También le gusta ver el resultado de los llonguets, las ensaimadas o el pan, una vez horneados. En 1999 trasladó el horno a su ubicación actual.

 

 

 

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