Merceria Can Cases

Botones, agujas, cintas, hilos, dedales, telas, lencería, pijamas, batas, maquillaje, bordados, todos ellos productos de las mercerías, uno de aquellos negocios que no suelen faltar en ningún pueblo. En Santa Maria encontramos una muy conocida en el Carrer Llarg. Están al frente desde 2008 Maria Vich y Maria Antònia Duran, dos socias que decidieron continuar la actividad de la mercería.

Can Cases tiene su portal abierto desde mediados de la década de los años cuarenta del pasado siglo. Ahora bien, debe apuntarse que en sus inicios se encontraba en otro local de la misma calle. Las riendas del negocio las llevó Sebastiana Dols y, después, su hija Mari Carmen Mas Dols. Entre los productos que los vecinos y las vecinas recuerdan con cierta nostalgia sobresalen los baberos de los niños o uniformes escolares. También hay quién rememora las pasarelas de moda que se celebraban con clientela local, y que, durante años, para referirse a la tienda, había gente que lo denominaba Tejidos Mari Rosa.

Hoy en día, Can Cases presenta una oferta de productos de lo más variada. Algo que hay que destacar por su valía artesanal es que continúan con el grabado tradicional para el bordado mallorquín. Emplean la técnica de blavet i puntejat, que consiste a marcar el dibujo sobre la tela que posteriormente tiene que bordarse con cadeneta hecha de aguja de gancho.

Así mismo, se promueven en una sala del local talleres de bordados, costura, patchwork, punto de media, etc. El trato amable, cercano y familiar ha caracterizado siempre la mercería del Carrer Llarg.