Pastisseria el Diamante

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Pastisseria el Diamante

 

Los orígenes de la pastelería El Diamante se remontan a 1935 cuando Eulàlia Román abrió las puertas de una tienda de víveres en la calle de Josep Maria Quadrado y comercializó como producto estrella «Sa Felipa», un tipo de pastel de merengue típico de Ciutadella.

Allí vendían productos de alimentación básica como conservas o incluso jamón al corte, «todavía hay clientes que recuerdan aquella señora con un delantal blanco inmaculado cortando el jamón», tal y como expresa su nieta Leni Cánovas Anglada, la actual propietaria. Además, por Pascua o Navidad se elaboraban productos de repostería de manera casera. Hay que mencionar que Eulàlia llevaba prácticamente sola el negocio, con la ayuda puntual de su marido que era zapatero y sus hijos, Maria y Toni Anglada Roman.

Con el paso de los años el surtido de productos creció con la incorporación de dulce y salado. En la década de los años cincuenta del siglo pasado entró en el negocio Joan Cánovas, yerno de la propietaria y más conocido como en Nito del Diamante, que se hizo cargo del obrador, junto con su esposa Maria Anglada Roman que atendía los clientes con su madre, Eulàlia. En 1961 se compró el primer horno y se amplió la zona del obrador.

La pastelería ganó fama y clientela, y en 1974 se adquirió el edificio en el que habían estado toda la vida de alquiler para hacer una nueva reforma. Se dio así más espacio a la zona de atención a los clientes y se mejoraron las instalaciones del obrador para poder ampliar la oferta del establecimiento.

En la década de los años ochenta iniciaron los servicios de comidas o el suministro de pastelería a supermercados, siguiendo la expansión del negocio. También se añadió la briochería para diversificar la gama de productos.

En 2016 Leni Cánovas Anglada y su hermano separaron el negocio familiar, y desde entonces El Diamante está ubicado exclusivamente bajo Ses Voltes. Se llevó a cabo otra reforma para montar una cafetería y zona de degustación, también con la idea de convertir el establecimiento en un comercio 100 % accesible a toda la clientela.

A día de hoy El Diamante ha abierto nuevas vías de comercialización, como por ejemplo servicios de comidas para hoteles de interior o para el sector de la restauración. Además, continúan ofreciendo dulces como merengues, «felipes», brazos de gitano, imperiales, etc.

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