Rellotgeria Catalana
En 1915 Josep Serra abrió su primera relojería en Berga, municipio de Barcelona donde residía. Su viaje de boda hizo que se enamorara de la isla y prometió que, cuando tuviera el primer hijo, se trasladaría a vivir con su familia.
Es así como en 1951 el relojero catalán se instaló en Palma, donde fundó la Relojería Catalana en la calle de La Corderia, una de las zonas más antiguas de la ciudad.
En 1972 sigue con el negocio su hijo Joan Serra, actual propietario, que continúa con el oficio de relojero, uno de los pocos que quedan en Palma, arreglando piezas de diferentes tipos y formas. Están especializados en relojes de maquinaria antigua, de bolsillo o de pared. Además, venden una gran variedad de relojes: analógicos, digitales, de pulsera, de péndulo, de cuco, etc.
En 1990 se lleva a cabo una reforma completa del local, aunque se mantiene el estilo clásico. En el espacio de venta encontramos diferentes vitrinas de madera y vidrio donde se exponen todos los productos. Dentro de la misma tienda, cuentan con un taller donde se reparan los relojes.