Cas Seller
No sabemos exactamente cuándo empezó el negocio de Cas Seller, pero se cree que fue en la segunda mitad del siglo XIX, cuando Martí Bagur Bagur instaló el negocio en la calle de Pere Martorell, en Ciutadella. Su hijo Martí fue quién continuó trabajando de guarnicionero en la casa familiar.
En sus inicios el negocio comercializaba sobre todo productos relacionados con el campo, especialmente con la creación de arreglos de arreos y guarniciones para caballos y otros animales de carga.
Así como avanzaba el siglo XX la guarnicionería perdió peso ante la introducción de los coches y, por lo tanto, Cas Seller diversificó su actividad. Empezaron a realizar encargos para fábricas de zapatos e iniciaron la fabricación propia de cinturones de cuero, maletas de piel de cerdo o cubetas para llevar muestrarios de zapatos.
En el año 1950 compraron la casa de la calle de Pere Martorell, donde trasladaron el taller del negocio. En 1960 se inauguró parte de la tienda con la venta de artículos de marroquinería fabricados artesanalmente y la realización de arreglos, como por ejemplo poner ojetes a los zapatos o forrar hebillas de la misma piel. Todos los trabajos mencionados anteriormente continuaron hasta la jubilación de Martí a finales de la década de los años sesenta.
En 1980 Cas Seller volvió a cambiar la ubicación de la tienda y el taller a la avenida del Conqueridor, donde actualmente sigue ofreciendo sus productos. Desde el año 2000 y hasta el día de hoy, Sebastià Bagur Moll, cuarta generación de la familia, está al frente del negocio, donde continúan con la venta de artículos de marroquinería de fabricación artesanal, como por ejemplo cinturones de cuero, piezas por encargo, arreglo de maletas, etc.
Destacar como curiosidad que todavía fabrican las guindolas, que es el sombrero de dos picos que llevan els caixers durante las fiestas de Menorca.